Muchas son las dificultades de nuestro tiempo, dijo el Papa
Francisco en su mensaje navideño, “pero más fuerte es la esperanza, porque ‘un
niño nos ha nacido’”. Mientras ante el riesgo de “no querer dialogar, o de que
la complejidad de la crisis induzca a elegir atajos, en vez de los caminos más
lentos del diálogo”; el Pontífice afirmó que sólo dialogando se puede llegar “a
la solución de los conflictos y a beneficios compartidos y duraderos”
Puntualmente a mediodía, desde la Logia central de la Basílica Vaticana el Papa Francisco ofreció su mensaje navideño con su bendición "Urbi et Orbi", es decir a la ciudad de Roma y al mundo para desear a todos los queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz Navidad!
Tras recordar que “la Palabra de Dios, que ha
creado el mundo y da sentido a la historia y al camino del hombre, se hizo
carne y vino a habitar entre nosotros” el Obispo de Roma explicó que “apareció
como un susurro, como el murmullo de una brisa ligera, para colmar de asombro
el corazón de todo hombre y mujer que se abre al misterio”. En efecto, “el
Verbo se hizo carne para dialogar con nosotros”, dijo el Pontífice y añadió:
“Dios nos mostró el camino del encuentro y del
diálogo al venir al mundo en la Persona del Verbo encarnado. Es más, Él mismo
encarnó en sí mismo este camino, para que nosotros pudiéramos conocerlo y
recorrerlo con confianza y esperanza”