Promete transparencia
Netflix cambiará el sistema que utiliza para
medir sus audiencias a partir de finales de este año, cuando comenzará a tener
en cuenta el número de horas que los espectadores ven alguno de sus contenidos
en lugar de contabilizar únicamente los dos primeros minutos.
El método que la compañía
utilizaba hasta ahora era muy controvertido: basta con que un abonado vea un
contenido concreto durante dos minutos para que se considere como espectador,
aunque inmediatamente pause la reproducción y jamás la continúe.
“Pasaremos a informar sobre
las horas que se han visto nuestros títulos en lugar de la cantidad de cuentas
que eligen verlos”, indicó la empresa durante su presentación de resultados
financieros.
Netflix lleva con absoluto secretismo todo lo referente a sus
audiencias, que no están auditadas por una empresa externa como acostumbran
desde hace años las cadenas de televisión tradicionales.
Por
ejemplo, según el sistema actual “The Squid Game” ('El Juego del Calamar') es
el mejor estreno de la historia al sumar 142 millones de espectadores en sus
primeros 28 días de emisión.
Sin embargo, ante estos datos
es recomendable andar con pies de plomo, pues sólo reflejan las cuentas que
reprodujeron dos minutos de la serie y no desglosan cuántos vieron realmente
los nueve episodios de su primera temporada.
La
plataforma de 'streaming' ha prometido también que a partir ahora informarán de
sus audiencias 'regularmente', aunque tal compromiso no dejó claro si
comunicarán los datos de todos sus títulos o solo los de las producciones más
populares (de sus fracasos no hay noticia).
El cambio en la medición de
audiencias llega después de que Netflix haya obtenido uno beneficios de 4.508
millones de dólares entre enero y septiembre de 2021, más del doble de los
2.219 millones registrados durante el mismo período del año pasado.
La empresa con sede en Los
Gatos (California, EE.UU.) facturó durante los nueve primeros meses del año
21.988 millones de dólares, por encima de los 18.351 millones de los mismos
meses del ejercicio anterior.
En su presentación, Netflix
también destacó la producción española “La Casa de Papel” como ejemplo de
contenidos que no están rodados en inglés y pueden funcionar en todas partes
gracias a los subtítulos y el doblaje, como el caso de la surcoreana “The Squid
Game”.