Personal humanitario de la ONU entrega alimentos y mantas a la gente necesitada en Kabul, Afganistán.
El organismo para los refugiados pide al mundo que no permita que la situación se convierta en una catástrofe y llama a los países vecinos a no cerrar sus fronteras. Por otra parte, un grupo de expertos en derechos humanos insta a proteger a los periodistas afganos que temen por sus vidas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) advirtió este viernes que Afganistán se acerca a una crisis humanitaria de grandes proporciones y destacó la situación incierta de los afganos vulnerables que buscan refugio fuera de las fronteras del país.
En lo que va del año, más de 600.000 afganos se han desplazado dentro del territorio. El 80% de ellos son mujeres y niños.
El portavoz de ACNUR Babar Baloch, quien se encuentra en Pakistán, conminó al mundo a no desviar su atención de Afganistán y a no abandonar a los afganos.
“No podemos permitir que esto se convierta en una catástrofe humanitaria”, dijo.
Mantener las fronteras abiertas
Baloch señaló que por el momento no se ha visto una gran afluencia de afganos cruzando hacia Pakistán, Irán u otros países y añadió que esto puede atribuirse a que algunas de personas piensen que no tienen los documentos correctos o a que tengan temor de enfrentarse a guardias armados en las fronteras.
“Los afganos todavía pueden pasar por Pakistán, pero el cruce está muy regulado”, señaló, detallando que hace falta mostrar documentos como tarjeta de identificación, pasaporte o visa.
Las declaraciones del portavoz siguen al llamamiento de ACNUR a los Estados vecinos de Afganistán para que mantengan sus fronteras abiertas a quienes huyen del país.
La Agencia subrayó que aunque muchas personas pueden no tener los documentos necesarios para salir, sí tienen una necesidad imperiosa de protección internacional.