Los dominicanos e
empleados del cuerpo diplomático que labora en la embajada dominicana en Haití
comenzaron a regresar desde este miércoles a su país de origen por el puesto
fronterizo de la provincia de Dajabón, en temor de la inestabilidad política ocasionada
por el magnicidio perpetrado contra Jovenel Moïse.
La comunidad internacional teme un recrudecimiento de la violencia, por lo que las autoridades dominicanas han dispuesto medidas especiales para garantizar la seguridad nacional y la de los dominicanos residentes en la nación vecina.
No obstante, la vecina nación se mantiene en relativa calma
tras el asesinato de Moïse a manos de un comando armado.
El presidente Luis Abinader convocó
al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, que se reunió desde que se hizo
pública la noticia del magnicidio y decidió activar el plan Gavión, con el
que se ordenó el reforzamiento del patrullaje en los puntos críticos de la
frontera con tropas de unidades tácticas especializadas.
La frontera fue cerrada por el Gobierno de la República
Dominicana y se suspendieron los mercados fronterizos hasta nuevo
aviso, pero únicamente se está permitiendo la entrada de los residentes
en Haití para que retornen al territorio nacional.
En caso de hacerlo por avión sólo podrán tocar
tierra por el aeropuerto Joaquín Balaguer en el Higüero.
También el Ministerio de Salud Pública emitió una alerta
epidemiológica en todo el territorio nacional para que el personal de
salud se mantenga alerta, debido a que históricamente las situaciones sociales
y políticas de Haití han tenido repercusión en materia de salud en la República
Dominicana.