"Los hombres venÃan y me forzaban a tener relaciones sexuales con ellos. No te puedo decir cuántos".
Se trata del testimonio de una de las muchas mujeres que han sido raptadas en Kenia por el grupo islámico al Shabab y llevadas como esclavas sexuales a Somalia.
La keniata Salama Ali puso al descubierto la historia de esta y otras mujeres cuando comenzó a investigar la desaparición de sus dos hermanos menores.
Asà supo que no sólo habÃa jóvenes keniatas radicalizados uniéndose voluntariamente a las filas de al Shabab en Somalia, sino que muchas mujeres estaban siendo raptadas y traficadas por el grupo islámico como esclavas sexuales.
La investigación de Samala se condujo con gran sigilo, ya que cualquier indicio de contacto con el grupo vinculado a al Qaeda puede generar las sospechas de los servicios de seguridad de Kenia.
Asà que se reunió discretamente con otras mujeres en la ciudad keniata de Mombasa y en áreas cercanas. Con ellas compartió informaciones sobre hombres jóvenes que han desparecido y quienes se cree se han unido a al Shabab.
Descubrà que habÃa muchas personas en mi situación" dice Salama.
En contra de su voluntad
Pero Salama también descubrió algo muy diferente: las historias de mujeres que han sido raptadas y llevadas a Somalia en contra de su voluntad.
Las mujeres tienen orÃgenes diversos: jóvenes y mayores, de tradición cristiana o musulmana, de Mombasa y de otras partes de Kenia.
Usualmente se les prometÃan trabajos con buena paga en otros pueblos o en el exterior, y posteriormente eran raptadas.
En septiembre pasado, Salama creó un grupo de apoyo a vÃctimas de esclavitud sexual. Corrió la voz y muchas mujeres comenzaron a contactarla y a pedir unirse al grupo.
Algunas llegaron con bebés, dice Salama, otras se habÃan contagiado de VIH y algunas tenÃan traumas psicológicos debido a esta experiencia.
Todas están aterrorizadas de hablar abiertamente, por miedo a ser erróneamente identificadas como simpatizantes de al Shabab.
Llevadas a la selva
Al Shabab busca crear un estado islámico en Somalia y ha lanzado una serie de ataques en paÃses vecinos, que han enviado soldados a combatirlos como parte de una fuerza multinacional africana.
Kenia ha cargado con el peso de la mayor parte de los ataques de al Shabab y el ejército de este paÃs persigue a combatientes del grupo en la selva de Boni, en la frontera entre los dos paÃses.
Sobrevolando esta selva, se observan senderos estrechos que aparentemente usan los combatientes para moverse.
La BBC habló con más de 20 mujeres y todas dicen haber sido mantenidas retenidas en un bosque espeso o haber pasado por allÃ. Es muy probable que se trate de Boni.